
El entorno del Cabo de Gata es uno de los más emblemáticos de este parque natural y de toda la costa de Almería. Alrededor de esta formación geográfica que da nombre al parque hay un conjunto de playas y calas, todas ellas de una belleza incomparable, en las que disfrutar de una tranquilidad insólita en el Mediterráneo. Las playas del Cabo de Gata te van a sorprender, así que, sigue leyendo para descubrirlas todas.
Esta zona está marcada por su origen volcánico. Piedras de diferentes tonalidades, piroplastos volcánicos convertidos en rocas redondeadas, acantilados impresionantes, unos fondos llenos de vida y, cómo no, unas calas y playas de ensueño.
Las calas y playas del Cabo de Gata se caracterizan por su pequeño tamaño, de ahí que en época estival puedan estar un tanto saturadas. Por este motivo, creemos que los meses de mayo y junio, así como septiembre y octubre son los mejores para visitarlas. Épocas en las que la densidad de visitantes ha bajado sensiblemente y en la que la temperatura todavía anima a darse un baño.
Aguas cristalinas en las calas y playas del Cabo de Gata
Si por algo se caracterizan las playas que rodean el Cabo de Gata es por sus aguas cristalinas y la riqueza la de vida marina que puede observarse a simple vista. En este lugar se convierte en habitual algo tan insólito en otros lugares como nadar entre peces. La situación llega incluso a que los propios peces pierdan el miedo y lancen mordisquitos a las piernas de los bañistas.
Si hay quien paga por ir a un spa a que peces les quiten la piel muerta de los pies. Pues en este lugar tienes este servicio totalmente gratuito, lo que se convierte en una auténtica experiencia.
La vegetación marina, los fondos rocosos y la enrome variedad de peces y cefalópodos que se pueden observar con unas simples gafas de buceo o, incluso, desde fuera del agua, hacen que esta zona sea una de las más transitadas por excursionistas en kayak.
A uno y otro lado del Cabo de Gata hay calas y playas de todas las características: arenosas, con rocas de gran tamaño o de piedrecitas. Pero eso sí, todas preciosas y dignas de ver. Eso sí, en estos lugares hay que olvidarse del modelo dominguero, es decir, nada de carpas, neveras y objetos de gran tamaño, ya que en la mayoría de los casos, el acceso a las calas del Cabo de Gata suele ser complicado y por terrenos bastante angostos.
Aunque en este rincón de la costa almeriense hay más de media docena de pequeñas playas y calas, en esta guía os hablaremos solamente de las dos más conocidas, la playa del Corralete y la cala Rajá. Recomendamos hacer una ruta senderista por la zona, con unas buenas zapatillas y una mochila con una toalla, para recorrerlas todas. No os agobiéis si se os ha olvidado el bañador y os apetece probar el agua, en la mayoría no hay problema alguno en bañarse sin ropa.
Playa del Corralete
También conocida como del Ancón, la playa del Corralete está justo al lado oeste del faro del Cabo de Gata. Se trata de una playa de arena y piedrecitas de gran amplitud, a la que se llega fácilmente y tiene un aparcamiento muy cerca.
El acceso se realiza por un camino que se toma desde la carretera que llega al faro. No tiene pérdida, ya que se ve desde la propia carretera.
Sin duda, es una playa de gran belleza, en gran medida resguardada del los vientos que azotan esta zona, y en la que se puede disfrutar de un gran día de playa.
La playa del Corralete es una de las muchas playas vírgenes del parque natural, por lo que no esperes servicios de limpieza, socorristas, acceso para discapacitados y, mucho menos, duchas. Eso sí, curiosamente, junto a esta playa hay un restaurante donde disfrutar del excelente pescado de esta zona, con unas vistas impresionantes.
LONGITUD: 450 metros
ANCHURA: 22 metros / Poca variación
FACHADA LITORAL: Semiurbana / Montaña
ARENA: Arena Dorada – Arena
FORMA DE ACCESO: Coche
APARCAMIENTO: Sí / No vigilado / Entre 50 y 100 plazas
AUTOBÚS: Sí / Interurbano
HOSPITAL: Hospital de Alta Resolución El Toyo a 23 km.
NUDISMO: NO
ASEOS: NO
DUCHAS O LAVAPIES: NO
PAPELERAS: NO
RESTAURACIÓN: NO
ALQUILER HAMACAS/SOMBRILLAS: SÍ
ZONA DEPORTIVA: NO
ZONA INFANTIL: NO
ALQUILER O CLUB NÁUTICO: NO
PRÁCTICA DE SUBMARINISMO: NO

Cala Rajá
La Cala Rajá es una de las playas del Cabo de Gata más bonitas. Se trata de una pequeña cala, de apenas cien metros de longitud, en la que se concentra la esencia del parque natural.
Restos del pasado volcánico, aguas cristalinas y una impresionantes cantidad de vida bajo las aguas, que la convierten en uno de los enclaves más indicados para la práctica del snorkel.
La Cala Rajá salvo en los meses de verano, suele estar prácticamente vacía, debido a que su acceso es algo complicado. Para llegar a ella hay que tomar la carretera que sube a la punta más alta de lo que se conoce como la Vela Blanca. Justo antes de que dé comienzo una cuesta muy pronunciada, donde se puede ver una barrera que casi siempre está abierta, sale un camino hacia la playa.
Un consejo, si vas en coche no te confíes, porque se trata de un camino muy roto, en el que resulta fácil dejar el coche atascado en algún bache o, directamente, dañarlo con las irregularidades del terreno. Por eso, lo mejor es dejar el vehículo en la parte más alta del camino y bajar caminando.
Cuando se llega a una especie de explanada, se pueden ver dos veredas. Cualquiera de ellas te lleva a la playa, pero hay que tener cuidado, porque el terreno es bastante irregular, con un riesgo de caídas evidente.
Ahora, cuando se ha llegado a la playa, te darás cuenta de que ha merecido la pena la caminata y el descenso por el terreno abrupto.
Frente a la playa se encuentra el arrecife del Dedo de Dios, una formación rocosa que llega a formar un islote, al que se llega fácilmente nadando. Mucho cuidado al subir, porque las rocas suelen albergar una buena cantidad de erizos y un pinchazo con algunas de sus púas arruina una jornada de disfrute.
Recomendamos llevar pocas cosas. Sombrilla, como mucho, y una mochila con lo básico. Y no te olvides de los escarpines, porque el acceso al agua es complicado debido a las piedras que hay. La verdad es que pasado ese primer escollo, el fondo arenoso hace las delicias de cualquiera.
En Cala Rajá se puede vivir la experiencia de nadar rodeado de peces y otras especies como pulpos, que no dudan en acercarse a los bañistas.
Seguramente no haga falta decirlo, pero os lo recordamos por si acaso: hay que ser respetuoso con el medio; tanto los animales como las plantas solamente se observan, nunca se tocan o se recolectan; y jamás dejéis residuos. Es un paraíso y como tal hay que cuidarlo.
LONGITUD: 120 metros
ANCHURA: 15 metros / Poca variación
FACHADA LITORAL: Montaña
ARENA: Arena Dorada – Arena / Grava
FORMA DE ACCESO: A pie difícil
APARCAMIENTO: Sí / No vigilado / Menos de 50 plazas
AUTOBÚS: Sí / Interurbano
HOSPITAL: Hospital de Alta Resolución El Toyo a 25 km.
NUDISMO: NO
ASEOS: NO
DUCHAS O LAVAPIES: NO
PAPELERAS: NO
RESTAURACIÓN: NO
ALQUILER HAMACAS/SOMBRILLAS: NO
ZONA DEPORTIVA: NO
ZONA INFANTIL: NO
ALQUILER O CLUB NÁUTICO: NO
PRÁCTICA DE SUBMARINISMO: NO
